lunes, 13 de febrero de 2012

Hipotesis del posible final del Reino de Tartesos


Haremos a continuación un pequeño resumen de la evolución de la explotación metalífera en el área de Tartesos (provincias de Sevilla y Huelva principalmente), desde el Bronce Final momento de máximo esplendor.
El estudio de Antonio Blanco-Freijeiro sobre un número muy importante de explotaciones mineras y sus habitats próximos, nos aporta una serie de datos y conclusiones muy interesantes:
Tenemos constancia de la explotación minera en toda la zona metalífera de Sierra Morena y especialmente en las Sierras de las provincias de Huelva y Sevilla desde época muy antigua. (Transición del Neolítico al Calcolítico), pero es en este período del Bronce cuando se incrementa de forma notable el número de explotaciones, sus tamaños y la intensidad con que se trabajan. Aparecen nuevas minas y poblados mineros y evolucionan las herramientas y técnicas de explotación. Destacar la idea de evolución porque a pesar de los incrementos tan importantes en los volúmenes de extracción, y las transformaciones técnicas, los sistemas de trabajo y habitación de poblados presentan una continuidad desde épocas anteriores. Si bien aparecen tipos cerámicos nuevos en los poblados, conviven con los anteriores. En el momento de iniciarse los contactos con las culturas orientales (fenicios y griegos), no se aprecian tampoco cambios sustanciales, llegando incluso a época Ibero-Turdetana y en los primeros momentos de la llegada de Roma (época Republicana), tanto es así que los propios autores lo manifiestan claramente (reproducimos sus palabras):
“ Ningún saber minero nuevo llego a las minas de Huelva gracias a los Fenicios”. “Las minas siguen siendo empresa nativa, tartesia o íbera, en lo fundamental, y podemos adelantar que esta situación parece haber persistido hasta que los romanos se hicieron cargo de las mismas” “La metalurgia Turdetana se limita a perpetuar los aceptados por la Edad de Bronce y Tartesos” (se refiere a los métodos de explotación) “Incluso en las primeras etapas de la Roma Republicana, las minas parecen continuar sin grandes cambios, aunque lo hicieran de dueño”
Sin embargo con la entrada de la época imperial el cambio que se constata es radical, en métodos de explotación (minas de pozo y galería), en número de explotaciones y volúmenes de extracción que se multiplican, y por supuesto en los poblados del entorno, en la urbanística, cerámicas, herramientas etc. Así pues nos encontramos ante el siguiente esquema:
Evidentemente, no se pueden despreciar las influencias de otras culturas en la metalurgia tartésica, pero solo el periodo romano supuso una ruptura. La teoría aparece de forma sencilla: Roma marca el final de la cultura tartesica.
OTROS POSIBLES FINALES
Intentaremos a continuación analizar otras soluciones que han ofrecido otros autores a este mismo problema, que básicamente podemos agruparlas en tres corrientes:
  1. La desaparición de Tartesos debido a una gran catástrofe natural.
  2. El final del Estado Tartésico por las invasiones púnicas.
  3. El declive de su civilización por causas económicas que propiciaron su desestructuración como estado.
Teoría de la catástrofe natural:Esta teoría muy en línea con las teorías Atlantistas, explica la muerte de Tártesos dándole un final romántico digno de una civilización de leyenda, al estilo de la propia Troya. Contra esto cabe oponer dos razonamientos sencillos:
  • Ni en los múltiples estudios geológicos realizados sobre la geografía de Andalucía Occidental, ni en las excavaciones arqueológicas, ni en los textos antiguos que hacen referencia a Tartesos aparecen documentos que certifiquen tal catástrofe en la época.
  • El pretender que una catástrofe natural haga desaparecer la totalidad de una cultura que alcanzó un área de influencia tan grande como la Tartésica, (Andalucía, Extremadura, Sur de Portugal), es cuando menos poco probable, además tenemos ejemplos innumerables de catástrofes naturales actuales que han causado gravísimos daños a las poblaciones y no han significado la desaparición de su cultura (terremotos, huracanes, sunamis , etc)
Teoría de las invasiones púnicas:
Esta teoría cuya paternidad podemos adjudicar a Adolfo Shulten, y que después ha sido seguida por muchos autores modernos, ya ha sido analizada en varias ocasiones por estudiosos del tema, yo pienso que tiene importantes argumentos en contra:
  • Schulten les adjudica el papel de “malos” a los cartagineses más movido por modelos raciales propios de las corrientes de pensamiento de su época, que por datos históricos fiables (el supuesto bloqueo marítimo del estrecho de Gibraltar después de la primera guerra púnica, y el paso por la península de los ejércitos cartagineses en su enfrentamiento contra Roma en la segunda)
  • Los cartagineses estaban mucho más próximos a los pobladores peninsulares de la época (tartessos/turdetanos/colonos fenicios), tanto en aspectos étnicos, como económicos, o culturales, que a los romanos. Además se tienen noticias por los propios romanos de que en los ejércitos cartagineses que se les enfrentaron había tropas locales.
  • El paso de los ejércitos cartagineses por la Península Ibérica, obedece más a estrategias de campañas militares que a intenciones invasoras, y se realizó por la zona de levante principalmente y no por Andalucía Occidental.
  • La duración desde el inicio de la penetración cartaginesa hasta la pérdida de las batallas más importantes contra Roma, y el inicio del control de la zona por parte de esta, es muy breve, y desde luego no lo suficiente como para hacer desaparecer una cultura.
  • La estrategia militar cartaginesa se dirigió contra los asentamientos o colonias greco-romanas de levante y no se tiene constancia de guerra contra poblaciones occidentales.Por el contrario si se tiene constancia de levantamientos y batallas de poblaciones y líderes locales contra Roma durante casi los dos primeros siglos de ocupación romana.
  • Por último y quizá lo más importante, el reflejo de la cultura cartaginesa en los restos arqueológicos del área tartésica es casi inexistente.
El declive de Tartesos por causas económicas: Los autores que siguen esta corriente, se basan sobre todo en la desaparición en época Turdetana, de buena parte de los objetos y manifestaciones artísticas del período orientalizante anterior. La explicación que se da a esto es la aparición de una gran crisis económica, política, y social, debido a la falta de demanda de metales tras la caída de Tiro. Como consecuencia de esto algunos califican el período Ibero-Turdetano como una época de regresión y oscuridad. Debemos reflexionar sobre algunos puntos:
  • La caída de Tiro no tiene porque significar necesariamente la falta de demanda de metales. De todos es sabido que se mantenían relaciones comerciales con muchos otros pueblos (griegos, pueblos vecinos de la península, o los propios cartagineses.
  • De hecho los datos arqueológicos sobre la producción de mineral y su comercialización nos revelan que continuó sin grandes cambios, ni tecnológicos, ni de volúmenes de explotación.
  • Hablar de regresión artística, creo que es exagerado, ya que si bien las cerámicas de tipo orientalizante desaparecen, las manifestaciones de la época, son de una calidad muy notable (Dama de Elche, Dama de Baza, monumento del Pozo del Moro, etc.)
Sin embargo, no podemos descartar que se viviera algún tipo de crisis, aunque eso no significara la desaparición como cultura.
LA ESTRATEGIA DE ROMA.
A parte de los datos ya comentados sobre los cambios en la producción minera con la llegada de Roma, que se completó en la época imperial, nos gustaría comentar algunos argumentos que refuerzan la idea de la invasión romana como responsable del final de la cultura tartésica. A diferencia de los cartagineses, los romanos dejaron bien claro desde el principio sus propósitos de dominación, que se concretan en la fundación de Itálica 206 a.C. casi de forma inmediata a la victoria sobre el ejercito cartaginés en Ilipa Magna.
Desde un punto de vista estratégico, lo más lógico, hubiera sido dirigirse hacia el sur siguiendo la costa levantina para separar al ejército cartaginés de la ayuda que pudiera suministrársele desde su metrópoli. Sin embargo sus acciones fueron

encaminadas a dominar la zonas de extracción de metales del sur-oeste peninsular, o sea el propio corazón de Tartesos.
II GUERRA PÚNICA
La batalla de Ilipa Magna (Alcalá del Río)clave en la victoria romana, se desarrolla para controlar el principal paso sobre el bajo Guadalquivir, ya que de este punto hacia el sur la anchura del río lo hacía imposible.
Por lo tanto la intención de Escipión (general romano) es clara: dominar las tierras al occidente del río. ¿Por qué no dirigirse a Gadir (Cádiz), Mainake (Málaga), u otras colonias portuarias importantes de Andalucía oriental cortando las líneas de posibles suministros o refuerzos? Sólo caben dos posibles respuestas o quizás las dos a la vez:

  1. Cortar la fuente principal de financiación del ejercito púnico, o quizá púnico-tartésico.
  2. Atacar directamente el centro de control político-administrativo de Tartesos, su capital, la ciudad o ciudades principales en la zona de control de la explotación minera.
A esto podría aducirse como han explicado algunos, que el ejército romano sólo perseguía al cartaginés. Pero entonces simplemente cambiemos la pregunta, ¿Por qué el ejército cartaginés se retira en esa dirección y no hacia el sur? ¿Por qué se aleja de la posible ayuda de su metrópoli?
En cuanto a la batalla propiamente dicha, los propios cronistas romanos posteriores nos informan de la participación de tropas locales iberas (mercenarios o no) junto a ambos ejércitos en cantidades muy importantes. El ejército cartaginés contaba con más de 4.000 soldados del total de 54.000. Sólo una vez derrotados en esta batalla, los cartagineses se retiran hacia Gades, donde finalmente se rinden.
La fundación de Itálica (Santiponce): Después de la victoria en Ilipa Magna, el ejército romano se hace dueño de territorio Tartésico, conquistando una a una las ciudades más importantes (asedio de Astapa, y Gadir), Escipión toma la decisión de instalar un campamento de veteranos de guerra en lo que luego será la primera colonia romana de la península. ¿Por qué la establece en este lugar en concreto?
Estas son las razones que nosotros encontramos:

  1. El cerro donde se establece este primer campamento de veteranos se corresponde con la parte más elevada de la población actual de Santiponce, en la orilla opuesta del Guadalquivir, frente a Sevilla. Es un lugar estratégico para el control del río, cuyo cauce en aquel entonces formaba un lago hasta la misma base del cerro. Desde esa zona se controla tanto el tráfico del río como el acceso a la ruta norte hacia las minas de plata de la sierra (Castillo de las Guardas, Almadén de la Plata, etc.), desde este punto parte todavía en la actualidad la Autovía de la Plata, que básicamente sigue el curso de la Vía de la Plata romana.
  2. Se establece sobre un posible campamento de guerra, un asentamiento permanente cuyo fin es asegurar el control definitivo de la zona, lo cual representa una estrategia de ocupación y dominio permanente, una conquista en toda regla, incorporando los primeros pobladores romanos.
  3. Este campamento se sitúa en la base del Aljarafe Sevillano, justo frente a la zona más poblada de la provincia en la antigüedad. Así pues podemos decir que permite como campamento militar controlar el asedio a esas poblaciones, así como la de Sevilla (Spal), al otro lado del río.
LOS ÚLTIMOS MOMENTOS
Pero la dominación romana no fue efectiva desde el primer momento y es posible que el control de las zonas mineras no fuera definitivo hasta bien avanzado la época republicana, como así nos dice el estudió de Blanco-Freijeiro. Tenemos incluso informaciones confirmadas de rebeliones de caudillos turdetanos o reyes locales hasta finales del siglo I a.C. (rebeliones de Culchas, que llegó a dominar 60 ciudades etc.)

Sin embargo una vez efectiva esta dominación la romanización será rápida y completa y supuso cambios definitivos en todos los aspectos de la vida de estas poblaciones. Es difícil evaluar si rasgos culturales propios de los habitantes locales permanecieron vivos en épocas romanas y posteriores, pero entendemos que es muy probable.
CONCLUSIÓN
Según lo expuesto se puede concluir que el final de la cultura tartésica y su estructura políticas habría que buscarlo en la invasión de Roma. Desde el momento de su apogeo hasta su final su cultura ha sufrido cambios de relevancia, en etapas diferentes, aunque los mismos no afectaran a la esencia. En próximos artículos, trataremos la evolución de estas poblaciones desde lo que podríamos considerar sus inicios hasta llegar a su apogeo. Posiblemente tan enigmático e interesante como su final.

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