Daga de cristal de roca con enmangue de marfil tallado (PP4) Montelirio |
En
base a los datos arrojados en la excavación del Dolmen de Montelirio y su
necrópolis anexa podemos conjeturar diversas hipótesis sobre sus ceremonias de
enterramiento.
La
información de estas ceremonias por los restos de objetos y restos orgánicos encontrados,
la podemos dividir en dos, la primera seria las ceremonias de la clase
dominante y otra segunda referida a los enterramientos de plebeyos.
En
la clase dominante cuando moría algunos de sus líderes comenzaba un proceso
previamente preparado para honrar al difunto.
Posiblemente
fuese depositado en una de las chozas de gran tamaño del poblado, seria vestido
con sus mejores galas y atributos de su estatus social, habría algún tipo de
luto generalizado en toda la zona de influencia
del clan concreto al que perteneciera el difunto, estaría rodeado por
toda su corte y todo un despliegue de objetos mágicos y ajuares que
posteriormente serian introducidos en el túmulo junto al cadáver.
En
dicha cabaña o recinto preparado al efecto estarían presentes los líderes de
los diferentes clanes de la zona como nuestra de respeto y condolencias.
Conocemos
la existencia de diferentes clanes especializados en diferentes actividades,
como el ganadero, el metalúrgico, el constructor, el tallador, el minero, etc,…podemos
considerar que el sistema político que mantenía
unido al estos diferentes clanes era una especie de confederación de de
“micro estados” y como elemento cohesionador de todos un clan predominante y
posiblemente el más antiguo que se asentó en la zona de nuestro actual
Aljarafe.
Posiblemente
el cuerpo estuviese expuesto durante varios días en el recinto para dar tiempo
a venir a los diferentes grupos a presentarles sus repetos, puntos tales como
el Gandul y poblaciones destacadas en las faldas de Sierra Morena donde
extraían mineral de cobre.
La
estancia prolongada del difunto durante esos días provocaba los olores propios
de la descomposición orgánica habitual que posiblemente disimulasen con el
taponamiento de todos los orificios corporales y diversos productos aromáticos
muy comunes en la zona, como romero, tomillo, y posiblemente incienso traídos
desde la zona del Mediterráneo oriental.
La
quema continua y masiva de este tipo de productos aromáticos enmascaraba el
olor fétido del cadáver, pudiendo así aguantar varios días expuesto.
Durante
las honras fúnebre en el poblado un grupo de “sacerdotes o chamanes” del clan
preparaba el interior del tholos con los ajuares mágicos que recreaban la
ultima cena del difunto y la preparación psicológica de las persona que se
inmolarían junto a su señor y lo acompañarían al otro mundo para servirles y
cuidarles como lo hicieron en este.
Creemos
que la poligamia solo se dada en las clases altas con el objetivo de aumentar
los miembros de un linaje consiguiendo el aumento demográfico del propio clan y
sus dispersión por diferentes zonas con el consiguiente aumento de sus influencias
y poder.
Tras
los días de honras el difunto era trasladado al tholos para las últimas
exequias y posterior introducción a la cámara funeraria.
“Según los datos arrojados en la
excavación de Montelirio podemos recrear esos últimos momentos y las ceremonias
realizadas.”
Delante
del sello del corredor del tholos de Montelirio se encontraron tallados en el
suelo de arenisca unos círculos de diferentes tamaños y a diferentes distancias
con restos carbonizados en su interior, la mayoría de ellos son orgánicos y de animales,
en otros restos y trazas de plantas de diferentes variedades y otros con los
restos de ambos a modo de vertedero.
La
interpretación oficial postula la existencia de una gran ceremonia previa donde
los miembros principales del clan y el nuevo líder la presiden, donde están
presente los visitantes de alto rango venidos de las zonas de influencia del
difunto.
La
ceremonia consistía en una gran comida
en presencia del difunto y donde el Chaman prepara a las concubinas y a los
guardianes para su inmolación no violenta (tal y como las investigaciones
revelan),posiblemente a este grupo (17 mujeres jóvenes y dos guardianes) se le
administrase un bebedizo de Viborera común (alcaloide: Equiína), muy abundante
en la zona, y que es un potente narcótico anestésico (similar al Curare
amazónico), también podría haber sido extracto de Mandrágora (alcaloide: Atropina,
Escopolamina) también muy común y que curiosamente brota de forma espontanea en
el entorno de los tholos (prueba de su utilización en sus ritos próximos a los
túmulos).
“..Es curioso observar en una peineta
encontrada en el ajuar funerario perteneciente a la mujer principal como junto
a una hilera de cerdos (representación zoomórfica de gran realismo) aparecen
cinco segmentos inclinados rematados todos con esferas, curiosamente con un
parecido sorprendente con un hongo llamado Cilocibe Cubennsis,(llamado por
muchas culturas “el hongo de los Dioses”) con un principio activo llamado
cilocibina, que produce visiones y vivencias místicas y está encuadrado dentro
del grupo de los hongos enteógenos.”
Una
vez bajo los efectos de los psicotrópicos con visiones de colores y sensaciones
nuevas de elevación espiritual, se les
administrase la última dosis final que acabase con sus vidas de una forma dulce
e indolora.
Está
constatado que los cadáveres no presentaban ningún signo de violencia, lo que
refuerza la hipótesis de que se inmolaron voluntariamente para acompañar y
servir a su “señor” en su otra vida.
Los
ritos previos a la introducción del cadáver en la cámara, irían acompañados de
canticos y modulaciones sonoras posiblemente acompañadas de algún tipo de
percusión, generando un trance colectivo que se propagaría por todos los
asistentes al entierro provocando llantos y lamentos exacerbados por el
ambiente de duelo “real”.
“La orientación del Dolmen de Montelirio es
hacia el Este y durante el solsticio el sol entra hasta el fondo de la cámara,
reforzando la idea de vuelo del difunto al generador de la vida y marcador de
las diferentes estaciones,….el Sol, a diferencia del Dolmen de la Pastora que
mira al Oeste y según el estudio de afamados
arqueo astrónomos, el corredor está
orientado a 243º Oeste, mirando a Sirio,(la conjunción ocurrió entre el
2300 al 2360 a.n.e) estrella presente en multitud de culturas del medio oriente
como destino del último viaje y encuentro con el mas allá. “
Los
enterramientos de los plebeyos se hacían lo más cerca del túmulo principal,
dependiendo de su escala social y parentesco con su Señor.
Sabemos
que existía un perímetro mínimo donde a partir de él se podían enterrar, en el
caso del dolmen más grande del PP4 era de 9 metros de la base del túmulo
artificial y en el caso de los grandes dólmenes , como la Pastora y Montelirio
la distancia llegaba hasta los 60 metros, perímetro este reservado a la familia
directa del jefe del clan.
Posiblemente
el duelo durase varias semanas donde los chamanes o algún tipo de casta
sacerdotal mantendría los sahumerios aromáticos y grupos de plañideras pagadas
por los familiares llorarían al pie del sello de piedra de entrada al tholo,
manteniendo vivo el recuerdo de la reciente perdida de su Señor. Quizás en este
lapso de tiempo se nombrase oficialmente al heredero como jefe del clan, con
toda la pompa y envestidos con todos los atributos y en presencia de todos los
jefes de otros clanes y zonas de influencia, que se desplazaron de puntos
distantes para asistir a la exequias del
anterior jefe.
Una
vez finalizada la ceremonia de investidura como jefe, los asistentes
presentarían sus respetos y volverían a sus lugares de origen sabiendo y
conociendo a su nuevo Señor.
Autor:
Francisco
José Vera Usabál
No hay comentarios:
Publicar un comentario